Mi aceite se ha gastado gota a gota,
consumándose en esa llama que nos ilumina,
en esa llama que se mueve al compas
de nuestra respiración jadeante.
Y se apago mi lámpara sin ruido,
sin apenas un susurro que delatase
la llegada de la oscuridad,
esa infame envidiosa de
la luminosidad.
Nadie ha visto la imagen de tu bello rostro,
perpetua máscara cual foto quieta
que se me queda grabada
en el alma cada día que te veo.
Nadie enterado de nuestros encuentros
a la luz de esa débil llama de nuestras almas
hambrientas de un pecho donde reposar.
Ayer mi corazón ha sido testigo del maravilloso milagro
de encontrarte en la inmensidad de este mundo.
De encontrar esa alma gemela
que me llena el alma de cantos y canciones.
Hoy, el cadáver es algo vacío,
lleno de oscuridad y silencio,
una carcasa sin ruido cuando no estás cerca
cuando mis ojos no pueden verte,
cuando mi alma no roza esa carne
en busca de una calidez cual desierto llevado por el
viento.
El tiempo con sus momentos bonitos
se escurre entre los dedos dejando su amarga vacuidad,
pero disfruto de esos instantes que me lleva al cielo,
gloriosos segundos queriendo eternizar su duración
para disfrutar de tu esencia y presencia continua a mi
lado.
Desde entonces vuelo, sueño, rio, lloro, persigo,
amo, canto, grito con tenerte otra vez delante de mí,
delante de esa pequeña llama que ilumina tu rostro,
que hace bailar esa luz dándote mil caras mil miradas.
Sueno de mañana preciosa, amanecer glorioso,
rayos de sol magnificados por tu belleza irreal,
hada de mis noches encantadas,
mariposa que entrelaza el aire entre sus alas,
danzarina que se adentra en mi mente al compas de una música
celestial.
De las bellas golpes de mi vida,
rebosándome de hechizos y de perfumes.
Loco soy, entre el día y noche por ver en tus ojos
la mirada del amor y del deseo
que me atormenta entre los albores del día.
¡Oh, noche helada! ¡Dame tu reposo!
¡Se clemente con este desquiciado por los amores no
correspondidos!
Más… ¿Qué siento yo?
Dichas y desdichas continuas por un sueño irreal con
rostro de mujer.
¿Quién me va hacer Vivo?
Sólo el amor correspondido, el beso robado de sus labios.
¿De quién es este golpe?
De una maravilla viva enredada entre los rizos de mi pelo
negro.
¿Quién eres, dime?
Dime musa, apareces y desapareces de mis alegrías y de
mis angustias.
Que estas dentro de mi cuerpo aprisionando un corazón
palpitante y sangrante por ti.
Y una voz dijo, en tono cariñoso: “Amada, soy tu Corazón
Amado, tu descanso y tu fuerza, tus brazos y tus dedos, tus frente y tu
sentimientos”.
Tu corazón golpeado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
