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miércoles, 21 de diciembre de 2016

Cuento de Navidad

Todo estaba oscuro.
No sé porqué se despierta en plena madrugada.
Tal vez un ruido, tal vez un susurro...
La edad del miedo pasó, pero el sentimiento de curiosidad impera.
Escucha atentamente los ruidos de la casa.
Todos los demás duermen profundamente.
Mamá en su cuarto.
Con la puerta entornada.
La hermana también, la oye roncar suavemente. El resfriado le hace respirar pesadamente.
Tira de la ropa de cama y sale del lecho.
Pisa algo, ufff!
El coche de control remoto...
Lo ve porque la iluminación de las farolas se cuela por las ventanas, casi parece de día.
Decide salir, y de paso hace parada en el baño.
Sale y se dirigue al salón.
Hace frío, estamos en diciembre y ha estado lloviendo.
Mañana será Nochebuena, y habrá invitados, risas y felicidad.
Como mamá cierra ventanas y cortinas, el salón está sumido en la más absoluta oscuridad, pero aún así, encuentra el sofá y se acurruca.
Las sombras palpitan, parecen que se mueven pero es la imaginación del niño.
Mira a una esquina, allí está el Árbol de Navidad.
Lo pusieron él, su hermana y unos amiguitos. Mamá lo vigilaba todo, fue muy divertido y él hizo de anfitrión. Le gustó.
Uno de los otros niños le dijo que en Navidad todos los niños son ángeles, porque traen la alegría.
Vaya tontería. La alegría se tiene o no.
Algo, de repente, empezo a brillar. Una pequeña luz azul emitia, apenas, unos rayitos de ese color.
Él se quedó boquiabierto! No es posible!
Después de la luz azul, le siguió una roja, otra verde, otra amarilla y asi hasta que todo el árbol resplandecia y con él todo el salón.
Esas luces eran diferentes, no eran las mismas cuando lo encendían un rato cada tarde hasta la noche.
Poco a poco, bajó del sofá y se fue acercando.
Maravillado se dio cuenta de que oía música, una dulce melodía, del árbol.
Y sintió un cosquilleo en su cuerpo.
Unas inmaculadas alas de ángel se desplegaron de su espalda.
La felicidad ha llegado!

miércoles, 14 de diciembre de 2016

La exiliada...

Estoy en una cama de hospital.
Mi muerte ya está próxima.
Soy vieja, he vivido mucho.
He reído, he llorado, he amado y hasta he odiado.
Blancas sabanas me rodean, el tubito de mi nariz ya no me incordia, ni la molesta vía.
Ya me da igual. Todo empieza a quedarse atrás.
Ruidos amortiguados por la constante somnolencia de mi cerebro que empieza a despegarse de este mundo, hacen que sienta una placidez que nunca antes he sentido.
Necesito empezar mi viaje, aunque no sepa a dónde.
Nadie me visita ya, para que!?
Mi hija no viene si no la traen, los demás, tienen su vida, cómo yo tuve la mía.
La compasión de sujetar mi mano, no existe.
Y mi amor ya no está.
Mi recuerdo va constantemente hacia él.
Él nunca lo supo los días que estuve junto a su lado, cogiendole su mano y hablandole sin cesar.
Y cuando llego el momento del último estertor, yo le susurraba un te quiero.
Exiliada fui, de su amor, de su mirada, de sus caricias.
Exiliada, por voluntad y decisión propia.
Exiliada, porque en su mente nunca fui la amada.
Lágrimas calientes corren por mi cara recordandolo, a solas.
En mi habitación del hospital, entre mis sabanas blancas y en mi último suspirar...
La exiliada...

domingo, 13 de noviembre de 2016

Piano meditado

La tarde se cierne una vez mas, en la mente polvorienta del invierno mortal.
Unas notas rasgan el vacío frío del aire.
Notas cálidas, nostálgicas que en mi mente se agolpan.
Dibuja mis neuronas, las teclas duras, blancas y negras, golpeadas rítmicamente, por dedos invisibles de sentimientos encerrados que tratan de salir por el acompasado surco melodioso del alma perdida en la ciudad.
Respiro, mi mirada se ha perdido en un punto lejano de la calle, dispersa por la melodía.
Mis oídos, llenos de sensaciones empalagosas e hipnóticas.
Mi piel, erizada por dedos interiores que acarician hasta intentar perder la noción de la vida.
Amantes desconocidos que besan el alma.
Quiero, quiero fundir los retazos de esas notas, coserlas en mi profundidad y que sea una sonata eterna y fragante.

Mis versos.

Cuando escribo mis versos,
pinto mis noches y mis días.
La luz mañanera del alba,
realza los colores de la tierra ya no cálida.
Dibuja los contornos desdibujados,
de la noche ocura y borrosa.
Canto sin cantar la vida dada,
la vida ofrecida sin dar a cambio nada.
El sol en permanente fuga,
salta en los cielos nublados de mi cordura.
Besa labios,
marchitos por la sequedad y la amargura,
sueña mares infinitos hasta la locura.

jueves, 10 de noviembre de 2016

PRINCIPIO DEL VACÍO Joseph Newton

Reflexiones sobre la importancia de limpiar y botar todo aquello que no sirve, lo roto, lo dañado, lo sucio y pintar lo que está sin pintar, y la mala costumbre de acumular cosas viejas.
Tenemos el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabemos cuando) podremos necesitarlos.
Usted tiene el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensa q en el futuro podrá hacer falta.
Usted tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo....Y dentro de Ud?...
Usted tiene el hábito de guardar resentimientos, tristezas, miedos, entre otras mas. No haga eso. Es anti-prosperidad.
Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.
Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la prosperidad venga.
Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.
Mientras usted está cargando cosas viejas e inútiles, material o emocionalmente, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades. Los bienes precisan circular.
Limpie los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje. Dé lo que usted ya no usa.
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida. No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades.
Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida:  1º Usted no confía en el mañana.
2º Usted cree que lo nuevo y lo mejor NO son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa... y dentro de sí mismo.
Después de leer esto, tampoco lo guarde, mándenlo a otros y q fluya la energía... Aprendamos de la naturaleza que todo lo circula! Eso se llama tener mentalidad de Abundancia.
HOY es un buen dia para empezar a limpiar la mente, la casa, el cuerpo,
‬: Por que dejamos  todo para *Después*????
*Después* te llamo.
*Después* lo hago.
*Después* lo digo.
*Después* yo cambio.
Dejamos todo para *Después*,
como si el *Después* fuese lo mejor.
Porque no entendemos que...
*Después* el café se enfría,
*Después* la prioridad cambia,
*Después* el encanto se pierde,
*Después* temprano se convierte en tarde,
*Después* la añoranza pasa,
*Después* las cosas cambian,
*Después* los hijos crecen,
*Después* la gente envejece,
*Después* el día es noche,
*Después* la vida se acaba.
No dejes nada para *Después*,
porque en la espera del *Después*,
tu puedes perder los mejores momentos,
las mejores experiencias, los mejores amigos, los mayores amores, y todas las bendiciones que Dios tiene para ti. Acuérdate que el *Después* puede ser tarde. El día es hoy.
YA NO ESTAMOS EN EDAD DE POSPONER NADA

viernes, 4 de noviembre de 2016

Las sombras de las nubes.

Estoy tumbada en un campo de tréboles.
Y miro hacía el cielo.
Nubes algodonosas se deslizan suavemente por mi mente.
La fragante olor de las plantas me envuelven como un manto, embotando mis sentidos.
Mis manos se auto acarician en la hierba frondosa y verde.
Siento debajo de mi cuerpo, el crujir de la tierna vida.
Y la mente huye de mí, escapa a mi control, ya no controlo ni lo físico ni lo metafísico.
Me dejo ir...
Me zambullo en mi misma, me pierdo en mi laberinto interior.
Sólo veo las nubes.
El sol está alto, me ciega, pero estoy insensible, mis ojos entornados, intentan filtrar tanta luminosidad.
Y de repente, una sombra me cubre.
Mi consciencia vuelve y mis pupilas se dilatan.
Mi viaje a comenzado.

martes, 1 de noviembre de 2016

Déjame volar...

Déjame volar debajo de tus sabanas, y descubrir tus sueños.
Sueños envueltos en algodón puro y blanco de tus deseos.
Deseos irrepetibles que hacen brillar tus hermosos ojos.
Ojos que me miran ilusionados de amor correspondido.
Correspondido con mis risas y abrazos, debajo del tul del juego.
Juego que nos hace reír como niños, sintiendo del pulso, los latidos.
Latidos del deseo, de la pasión y de la desconexión del mundo.
Mundo somos tú y yo, separados por el aire y por la piel unidos.
Unidos debajo del universo blanco, del niveo cielo.
Cielo eres tú, cielo tu sexo, cielo tu pasión, cielo tu encuentro.
Encuentro que me hace olvidarme de mí misma, estar arriba de los cuentos, y de los mares, abajo.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Nadie te quiere como yo

Un día te vi, y el amor me asaltó.
Fue algo suave y calando, como la lluvia en otoño.
Nadie te quiso como yo.
Entregada, cariñosa, compartida.
Con sentimiento, con juegos.
Descubrir los cuerpos, las sensaciones.
Ansiar el estremecimiento, el fuego en el vientre.
Amar la figura, los defectos.
Enfadar, llorar, reír, mirar, llegar a la locura y perdonar por amarte.
Nadie te quiere como yo.

martes, 11 de octubre de 2016

Ella

La calle estaba concurrida.
Ni después de llover, la marea humana deja de caminar por las innumerables calles de la ciudad.
Ella iba con sus pensamientos, caminaba deprisa, dudaba de llegar a tiempo, por eso, su paso era largo y apresurado.
No había empezado bien su día.
Roto el paraguas y retenciones, como siempre.
Iba por la avenida, a veces miraba fugazmente los escaparates que ya anunciaba la nueva temporada.
Ella ya iba de otoño y de invierno, bien tapada y bolso grande.
Se cruzó con una masa de gente que la llevó al filo de la acera.
Aquello la contrarió. Se dió la vuelta para averiguar qué motivos había para tanta confluencia de gente.
En unos segundos, un chirrido de frenos la sobresalto y su cabeza se giró, por segunda vez.
Vio un hombre que salía del coche, en medio de una cacofónica de claxones y, sin mediar palabra, fue directamente a ella.
No podía reaccionar, solo el asombro se dibujaba en su cara.
Cuando él llegó, en dos zancadas, a su altura, la miró y de pronto le cogió la cara, y le planto un beso, largo y cálido.
Fuerte y muy masculino.
Ella no supo reaccionar.
Él dejó de besarla, la volvió a mirar, se fue, y se perdió en el tráfico con su coche.
Ya no le importaba nada, ni los pitidos del caos formado, ni de la gente que la miraba, ni llegar tarde.
Sólo sentía ese beso.

lunes, 3 de octubre de 2016

Buenas noches, amante mío.

El sueño de una noche, es sentir tu piel desnuda bajo mis dedos.
Esa tensión que te hace vibrar rayando la madrugada.
El ritmo acompasado de tu estremecimientos, de tu mano acariciando la fuente de tu climax.
Ese brillo de ojos lascivo mirandome sin pudor ni mentiras.
Un fulgor interno que quema lo externo del sexo encendido.
Me gustas tanto que muero por saborear lo prohibido.
Esa fruta dulce y jugosa que me ofreces entre gozos de silencios y jadeos.
Y tú esencia llena, como mar embravecido, salpicandome de pasión y olvido.

martes, 20 de septiembre de 2016

Soledad no es una mujer.

Ella se descalzó antes de pisar la arena.
Aunque era verano, se notaba el cambio.
Ya empezaba el tránsito de una estación a otra.
En parte, lo agradecía.
No había pasado buen verano, y con el otoño, ya saldría menos.
El asfixiante calor la había obligado a salir más de casa.
Miró a ambos lados y comprobó la poca gente que ya quedaba.
Mejor, no tenía muchas ganas de ser observada.
El cielo, y era las siete de la tarde, ya estaba con los inconfundibles colores de atardecer.
Ya anochece pronto.
Cogió sus zapatos y se adentró en la tibia arena, sentía en las plantas de sus pies, los movedizos granulos, así ha sido su vida, movediza.
Llegó a las sombrillas y, una elegida al azar, le sirvió para dejar sus cosas y sentarse en la arena, apoyando la espalda en el muerto tronco.
Un largo suspiro de relajación y alivio se le escapó, incluso se sorprendió por la vehemencia de la exhalación.
Ya estoy aquí, y dejó pasar el tiempo.
Poco a poco las luces se fueron encendido mientras la luz boreal dejaba paso a la oscuridad, pero el incesante murmullo de mar seguía y seguía, hipnotizandola.
Se sentía muy bien, quedaba lejos todo lo cercano y sólo estaba ella.
En un momento dado, ella giró la cabeza y lo vio.
Aunque era bastante oscuro, lo distinguió muy bien.
Caminaba por la orilla del mar, la más fría, la más firme y la más mojada.
Cogerá un resfriado, jajajaja.
Y notó la mirada de él.
Enseguida se puso tensa y quiso pasar desapercibida.
Pronto pasará y  se alejará...
Cuando él llegó a su altura, dejándola boquiabierta, giró bruscamente hacía ella y en dos zancadas, ya estaba sentado a su lado.
Lo que sintió ella fue inefable, un montón de sentimientos y pensamientos la aturdian.
Él sonreía sin parar y sin dejarla de mirarla con ese descaro que la ponía colorada y enfadada.
Hola. Aquello ya era una pasada.
Hola. Deseo estar sola, gracias.
Ya lo sé.
Ahhh, pues si lo sabes, ya tardas.
Déjame presentarme.
Hazlo y lárgate.
Me llamo Soledad.
Esto ya era guasa. Así que ella cogió aire, suspiró y cogió fuerzas.
Bonito nombre, aunque no es muy apropiado para un hombre.
Si, debes saber que Soledad no es una mujer.
Y que debo pensar de ti?
Soy tu Soledad, aquello que más temes y más ansias.
Cada palabra, la dejaba más estupefacta.
Tú no sabes lo que pienso y siento.
Puede que mejor que tú. Soy aquel que deseaste y por miedo, dejaste marchar.
Tú no eres él.
Tal vez no tenga su cara, pero mírame.
Ella le miró a los ojos con rabia, con miedo, con ansia.
Y, al momento, los dejó caer.
Ya sabes, Soledad no es una mujer.
Al levantar sus ojos, él ya no estaba, y sobre la arena, había un pedazo de papel, mal cortado, con un número de teléfono.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Embrujo.

Ayer te pensé.
No te me vas.
Suelo codiciar el
recuerdo de tu piel,
el tibio olor de tu esencia,
perfumada de un nombre olvidado.
Hechizas mis huellas,
que caminan en tu mirada.
Solicitas mis latidos,
enajenas mis sentidos.
Embrujo descarado de muertes
en tus dedos,
que rasgan con pasión
el pulso de mis venas.
Brebajes de líquidos,
esencias benditas,
de cuerpos arqueados
de maravillosa lujuria.
Puñales de espuma soñadora,
dolores enquistados,
preciosos gemidos de frascos abiertos, líneas surcadas,
enajenaciones intemporales...
Estás lejos, pero mis susurros,
viajan en alas del viento.
Hechizos de mi alma
para conquistar tu corazón,
tu mente y tu persona.
Devoradora de recuerdos
que desgarran este corazón caliente.
Hechizos de mi boca,
hambrienta de jugos de tu boca.
Compartir besos locos
y sexo silencioso.
Hechizos de una sabana
en las curvas de la piel,
testigo de las huidas
y búsquedas del placer.
Hechizos de mis lágrimas,
que lloran sin querer.

martes, 6 de septiembre de 2016

Mis dedos...

Enredo las yemas de mis dedos en tu hermoso pelo.
Acaricio los bucles de tu dorada piel.
Añoro sentir la infinita mirada de tus ojos perdidos en mi parecer.
Soltar la pasión de labios temblorosos, sedientos de besos eternos.
Rodear el valle de tu esencia, buscar tu presencia honda e inefable.
Llegar al éxtasis, encumbrada entre los brazos hercúleos de tu cuerpo.
Dormir, soñar, sentir la quietud después de la batalla sexual.

martes, 9 de agosto de 2016

El pequeño.

Sólo tenía que cruzar una calle vecinal y ya se podía internarse en el bosque.
Ventaja de vivir en un pueblo de montaña.
Anoche tuvo un sueño.
Hadas y duendes le rodeaban y le hablaban.
Apenas entendió que le decían con sus diminutas voces, más bien parecía música coral.
No tuvo miedo, ya no tiene miedo a su edad.
Ese miedo se ha vuelto curiosidad por explorar su entorno.
Y dónde se puede encontrar hadas y duendes? Pues en un bosque!!!
Jajajaja
Y pensándolo mejor, existen?
Que más da! La aventura es la aventura!
Habría ido más temprano, pero no quería que su madre le persiguiera por el linde gritando el desayuno.
Así que, no había tenido más remedio que desayunar deprisa, recoger la mesa y decir a su mami un me voy a jugar, apenas gritado para que su madre lo oyese.
Todavía se sentía el frescor del rocío del amanecer, y empapaban sus pies los pocos matorrales que crecían en la semipenumbra del lugar, los que el ardiente sol tocaba, simplemente morían.
Corría y corría, su respiración ya era jadeante.
Ni tan siquiera sabía dónde iban, era feliz con el aire en su pelo y la tierra suelta bajo sus pies.
Sonreía y sus ojos eran dos chispones de felicidad.
Un sonido detuvo su carrera.
Paró y escuchó.
A su izquierda vio un gran árbol, recto y alto, con grandes ramas que aullaban con el viento.
Se acercó puso una mano en su tronco y sentía que vibraba.
Estáis aquí?
Y al pronto, una luz empezó a abrirse.
Su mundo ya no era su mundo.
Él mismo era ese duende soñado.

lunes, 8 de agosto de 2016

El reloj.

Ya era la undécima vez que miraba el reloj.
Ella no venía y el segundero no paraba.
El silencioso tic tac, el movimiento rotatorio, le decía que el tiempo no se detenía.
Estaba nervioso, sus manos no paraban, sus ojos giraban con su cabeza intentando adivinar por donde vendría.
Miró el móvil.
Ni un mensaje... Que pasará?
A su derecha venía una chica rubia.
Los ojos de ambos se encontraron y se miraron.
Ella le sonrió con coquetería, sabía de su cuerpo y de su sonrisa.
Y de una forma empática, se la devolvió.
Y no dejo de sonreír hasta que ella se alejó definitivamente.
Al instante, volvió mecánicamente a mirar su reloj.
Su nervios dieron paso a la preocupación.
Que le pasará?
En el móvil llevaba su foto.
Era inconfundible con esos hermosos ojos.
No era guapa, mas bien del montón, pero esa mirada...
Y una lágrima se le escapó.
Nunca le había pasado.
El amor le turbaba, le hacía llorar y le encogía el corazón.
Ni tan siquiera se habían conocido en persona y ya sentía el huracán del amor.
Y si en persona no congeniaban?
Y si ella no era la soñada?
Una llamada entró, le sorprendió que casi estuvo de caersele el móvil en el duro suelo.
Era ella, su corazón se le aceleró.
-Dime! Contestó.
-Aquí estoy.
-Dónde estás?
-Date la vuelta y me verás.
Él se dió la vuelta, y la vio.
El segundero se paró.
El reloj en ese instante murió.

domingo, 7 de agosto de 2016

El beso de mañana

Estoy aquí.
Al lado de la ventana.
Los visillos cubren, en parte, el paisaje que veo.
Apenas me fijo en lo que mi mirada se posa.
No hay edificios, ni coches, ni personas yendo y viniendo.
Estoy aquí, pensando en ti.
Te has ido.
De esto ya hace dos días, sin ruidos ni palabras.
Habíamos hecho el amor al amanecer, y te pedí que me besaras.
Tus palabras aún golpean mis sienes, aún enigmáticas y machaconas.
El beso te lo daré mañana.
Y yo me reí, juguetona, buscando tus labios para robarte el beso negado pero tú te zafaste.
Eres más fuerte que yo.
Y me lo repetiste.
El beso, mañana.
Con un enfado fingido, me di la media vuelta y me dormí.
Estaba relajada y feliz de tus abrazos y tus caricias, de tu cuerpo y de nuestros éxtasis.
Oí en mi somnolencia la ducha y el trajín de tu ropa.
Y después silencio.
Me duele tu silencio y tu beso de mañana.
Tu móvil ya no suena, ya no contestas.
Y en mi cerebro duele cada neurona preguntándose que pasó, que hice para que de repente esto.
Repaso nuestras fotos, el wassap y hasta el correo.
Y nada, nada de un beso de mañana.
He puesto una silla en esta ventana, la que da a la calle por donde vienes.
No se cuantas mañanas estaré.
Tal vez una o mil.
Mi mano acaricia mis labios, sintiendo ese beso de mañana.

lunes, 11 de julio de 2016

Y estabas allí...

Pienso en tu dulce piel, aquella que me diste para amarla.
Soles al amanecer, adoran nuestros amores.
Mis cabellos me atan a tus dedos, henchidos de suculentas caricias, a tus ojos de miradas lascivas, a tu respiración entrecortada.
Sabanas blancas, cuales fantasmas de nuestras perturbadas mentes, crujen silenciosas bajo nuestros cuerpos cálidos y amantes.
Besos fugaces, lenguas húmedas, alienta el palpitar de los corazones.
Ansío esa presión en mis entrañas, en mis pechos, en mi centro de la vida, y notar como tu locura y la mía, se impone a la consciencia.

martes, 14 de junio de 2016

Me duele recordarte...

Fue mejor así.
Esa brusca despedida por mi parte.
Me duele recordarte.
Pienso en los momentos en que deseaba hundir mis dedos en tu pelo negro.
Tengo nostalgia del sonido de tu voz, ese tono grave de tus palabras...
Me hacías reír tanto...
Me duele no poder continuar nuestras risas...
En mí, están grabados esos ojos negros, de mirada ansiosa por una caricia de mis manos...
Me duele esos besos tímidos y apenas dibujados en nuestros labios.
Esas carcajadas ante tus imitaciones en la intimidad de tu casa.
Me duele, hasta el alma, cuando me pedías volver a verme.
Aunque solo fuera un instante...
Todo me duele, hasta el silencio.

lunes, 11 de abril de 2016

LOCO DE AMOR

Tú me tienes loco de amor,
tu sonrisa tierna cada vez que bailas,
siento que me eleva.
Estar contigo es lo que yo quisiera.
Cuando tú te acercas,
muy poquito a poco,
pierdo la cabeza y me desenfoco.

Dime, que tengo que hacer
o voy a enloquecer mujer, mujer, mujer.
Oye, sabes que la mejor forma
de librarse de la tentación es caer en ella,
y dejarte llevar por el deseo.

Me encuentro solo, si no te tengo,
sin tu cariño, ya es que me pierdo.
Me acostumbré a tenerte cerca.
No no puedo vivir sólo de tu recuerdo,
otro día más sigo sonriendo por afuera,
y por dentro triste.
Me susurras al oído y pierdo el sentido,
cuando siento que me tocas,
darte un beso me provoca,
quien te cuidara por las noches,
te arropará y te hará compañía.
Pasar contigo una noche, bajo las estrellas,
el que por la noche te llama,
te habla,
te escucha,
te escribe
y te ama.

ESTRELLAS

Las veo y las he olvidado.
Y otros vienen como soles deslumbrantes,
astros fugaces, para que me sienta
embelesada de su fulgor,
y me deje arrebatar por su luz.

La vida, sólo me concede una vida llena de sentido,
en la alegría y en la adversidad.

Dicen que yo no soy de estos tiempos.
Algunos dicen que ya no soy la de antes.
Ni el mismo sol es igual en el tiempo,
ni las estrellas fugaces son como en su nacimiento.

Es muy difícil tener fe en estos tiempos,
tan cambiantes, que vivo.
Empiezo a no pensar en nada y hacer lo que deseo.
Ese ansiado anhelo de ser yo misma y mis sueños.
Y pese a todo, sigo confiada en la misma existencia,
en las personas y en las complicaciones vivenciales...

Llámese amor, llámese riquezas, poder, lujos...
Muchos se llenan la boca de palabras,
no de sentimientos, pero en el fondo,
no saben que motivos tienen para vivir.
Y no tengo miedo a publicarlo.

Es hermoso saber que estoy en esa
búsqueda de encontrarme a mi misma,
es una alegría que nunca acaba,
es conseguir ser la estrella que brilla
en la noche más oscura.

lunes, 14 de marzo de 2016

Busco y no hallo...

Busco una mano para agarrarla firmemente en mi caminar diario.
Para sentir su calor en mi calor,
su fuerza en mi debilidad,
su presencia en mi ausencia.

Busco esa mano para entrelazar
mis dedos y mi mirar en su mirar.
Siento mi mano sola,
que busca en el espacio vacío,
la ternura de un contacto cálido
y agradecido.

Esa mano que me transmita
el aire del otoño,
la brisa primaveral,
el silencio del invierno
y la luz estival.

Sea mi puntal, sea mi caminar,
sea esa mano la razón de vivir en paz, de un amor hallado en el hostil vital.
Una mano que defienda,
una mano que me haga soñar
con un hombre a quien amar.

lunes, 7 de marzo de 2016

Admirador secreto...

Te veo muy guapa en tu nueva foto de perfil,
 
No entendí muy bien lo de ayer, de todas formas supongo que no es nada importante y creo que podemos arreglarlo, suponiendo que continúes teniendo interés.
 
De todas formas y aunque nuestra "amistad" sea algo muy reciente, debo reconocer que nuestro primer contato en el dia de ayer es algo que no olvidaré jamás.
 
Tus palabras escritas "suenan" dulces, tiernas, amables, sinceras, educadas, con estilo,... simplemente diferentes. Me pareces una persona realmente especial, y solo alguien así puede ser capaz de hacer que unas simples líneas escritas se perciban al otro lado como sonidos llenos de armonía, ternura y pasión.
 
Yo y tú...

lunes, 29 de febrero de 2016

Recuerdos

Ahora, desposeída de la consciencia, abro el baúl de mis recuerdos, y ahí estás tú.
La joya más bella y más brillante.
La que más amo, la que más llevo en mi corazón.
Eres tú, adornaste mis noches con lunas y estrellas, y rayos de plata pura.
Eres tú, adornaste mis días de cielos sin nubes, cielos azules, prístinos sin mancha ninguna.
Eres tú, adornaste mi cuerpo de ensueños, de vibraciones pasionales, de noches mirando tu hermoso rostro.
Eres tú, calor de mis fríos, compañía de mis soledades, sueños de mis desvelos.
Eres tú, fuiste la luz de mis oscuridades, la paz de mis inquietudes, la tranquilidad de mis miedos.
Y todo eso se esfumó, la realidad partió la esperanza de ser feliz.
La crueldad venció la inocencia.
Y yo me perdí, me rendí, me derroté.
Ya lejos de ti, solo me queda este baúl, donde atesoro esos momentos, esos instantes de felicidad, tan fugaces como estrellas en movimiento...
Déjame soñar, con tus labios, tus besos, tu aliento.
Déjame sentir en mí, tus manos, tus brazos, el calor de tu cuerpo.
Déjame las miradas, tus palabras, tu movimiento.
Déjame recordar el elixir de pasión que anegaba mis entrañas y embotaba mi cerebro...
Déjame, déjame recordar...

Gaviota

Gaviota, abre tus alas,
coge el viento y vuela alto.

Gaviota, mira con tus ojos
el horizonte infinito.

Gaviota, hincha tu pecho
con la libertad.

Gaviota, grita la felicidad de volar por el mar y la espuma.

Gaviota, grácil y bella,
a la cual miro envidiosa.

Gaviota, dile al cielo
que vuelo junto a ti.

Gaviota, que tu graznido
sea la oración por ser felíz.