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lunes, 2 de octubre de 2023

La enfermedad


Me preguntó una amiga si aún tengo “la enfermedad”.
Me pregunto a qué enfermedad se refiere, y le pregunto.
Ella me responde: “esa en la que estas triste”. 
Reflexiono, pienso y medito.
Le digo que sí, y antes de que yo intentara explicarle algo me aconsejo que "tenía que jugar".
Jugar? Tengo 51 años!
Que la tristeza se le quitaba a una jugando. Después de enternecerme, pensé que tenía toda la razón. 
Me falta jugar. 
Jugar con mis tareas, jugar con mi familia, jugar con mi hija, jugar con mi pareja, jugar con mi aspecto. 
Quitarle la seriedad sepulcral con la que he tomado mis responsabilidades.
Todo es tan serio, todo es tan importante, todo es tan trascendental (jaja kant). 
Me olvidé de jugar, me olvidé de reír, me olvidé de lo inútil, me olvidé de lo tonto y me olvidé de lo simple. 
Solo pude atinar a decirle: “es verdad, se me olvidó vivir.”
Me puse a llorar porque me siento justo así, que no tengo tiempo de jugar, vivir, experimentar, hacer locuras o equivocarme con nada, porque: “todo es muy importante, las responsabilidades 24/7, todo es muy serio, o todo es aburrido, aparte, todo lo que haga define lo que soy y mi futuro”, ya basta! Que cansado es vivir así 😭
Y siento que nunca es tarde para empezar a jugar. 
La  vida es hermosa con o sin problemas y puedo reír y que puedo vivir con lo que  me gusta y lo que no. Sola o acompañada.
Compartir que mejor que un niño para sacar “El Niño que tenemos dentro” aunque siento que a ciertas personas no gusta, que sólo la postestad de ser feliz no es de una, sino de los demás.
Yo solo puedo ser feliz por mi misma, no por nadie.
La prioridad es sacar la toxicidad de una misma, y volver a la pureza.
💛

lunes, 6 de febrero de 2023

Me olvidé de mí


Me olvide de mí misma desde que nací.
Me olvidé de respirar, esa libertad del aire que no tiene barreras que le impida volar.
Me olvidé de respirar, esas noches estrelladas, marcadas por la luna, broche de plata y las estrellas fugaces.
Me olvidé de respirar, esa arena que pisaba mis pies, en mi ñiñez, cuando no existía la maldad.
Me olvidé de respirar, ese mar, que ha llenado mi mirada, como lágrimas reunidas de mis ojos.
Me olvidé de respirar, ese amor que tengo, y que derramo por doquier, a manos llenas, que brota de mi corazón.
Me olvidé de respirar, y de mirar para atrás, esas huellas que dejé en mi caminar.
Me olvidé de respirar, esas fragancias que me hacen recordar las risas descolgadas de mi boca.
Me olvidé de respirar, y de gustar esos besos, de mis labios, al cielo.
Me olvidé... hasta de mí.

viernes, 13 de enero de 2023

El cielo es mi libertad


El cielo es mi lugar de vuelo,
en él me siento libre y sin miedo.
Volar entre las nubes de algodón
es mi sueño de libertad sin fin.

Saltar entre los cielos azules
y sentir la suave brisa en mi rostro.
Dejar atrás la pesada carga
y alegrarme con la luz del sol.

Aunque el vuelo es corto,
el mágico mundo de la nube
es un lugar de felicidad
que me recuerda a la libertad.

Lola


Un día, una pequeña gaviota llamada Lola decidió explorar más allá de su costa preferida. Después de varios días de viaje, Lola finalmente llegó a una isla. La isla era completamente desconocida para ella, así que se quedó un poco asustada.

Lola comenzó a volar alrededor de la isla para explorarla. Vio una playa con arena blanca y agua turquesa, un bosque tropical lleno de exóticas aves de colores, un volcán que se elevaba por encima de todo y una gran cascada que caía desde la cima de la montaña.

Mientras volaba, Lola se dio cuenta de que la isla estaba llena de maravillas. Pero también vio algo que la asustó. La isla estaba llena de basura y desperdicios. Lola sabía que tenía que llamar a otras para limpiarla. Así que, volvió a remontar el vuelo y empezó a chillar y chillar volando en círculos alrededor de la isla.

Poco a poco, vinieron otras gaviotas y empezaron con ella a dar vueltas, unas venían por el griterío de esta gaviota tan peculiar, otras porque no tenían mucho que hacer. Y cuando fueron unas cuantas, cientos de ellas, empezaron a descender para coger cada una algo de basura. 

Antes, la gaviota Lola, había encontrado un agujero en la roca a los pies de los volcanes de la isla, allí fueron depositando los restos. Iban y volvían una y otra vez, se turnaban para descansar, beber y comer, y una vez repuestas, reemplazaban a sus compañeras.

Estuvieron así hasta que el sol empezó a declinar por el mar en oeste. La noche ya avanzaba por el este y todas se reunieron en las playas para descansar. Dos días tardaron en dejar la isla limpia y hermosa.

Lola les dió las gracias a todas. Unas volvieron a su casa al otro lado del mar, otras se quedaron en la otra parte de la isla, y algunas se quedaron con Lola. Estaba muy cansada pero feliz. La noche del segundo día fue cálida y muy tranquila. En un momento de la noche, la pequeña Lola abrió los ojos y vio un firmamento lleno de estrellas, tan brillantes que apenas parecía que era de noche. Y se volvió a dormir.

A la mañana siguiente nada más abrir los ojos, levantó el vuelo, fue al mar y con un poco de esfuerzo, capturó algunos peces. Hoy descansaría, pero no si antes dar una vuelta por su isla. Despegó del mar en un batir de alas y la gran Lola inició su travesía por toda la isla.

Quedó maravillada! Cada rincón estaba impoluto y toda la isla brillaba como una joya de muchos colores dándole las gracias por su esfuerzo y la de sus hermanas voladoras. Planeó por el agujero que habían echado toda la basura y vio que había habido un derrumbe y mucha tierra los había sepultado. Sabia la madre Tierra.

Estaba feliz, muy feliz! Habían hecho un gran trabajo y se sentía recompensada. Al volver a su playa las demás estaban reposando o limpiándose o se habían ido a comer. Y al verlas tan tranquilas y felices, decidió que sería la isla de las Gaviotas. Fue a comunicarlo y todas dijeron que sí. Y un gran graznido se elevó en el aire de la isla para así hacerla suya.

Cada día, al amanecer y al atardecer, todas daban unas vueltas a la isla como un ritual de posesión y de agradecimiento. Y fue así como las gaviotas tiene su santuario. Algunas se van otras vienen para quedarse, siempre hay movimiento, pero Lola era la única que no se había movido de la isla.

Para qué? Pensaba Lola. Aquí lo tengo todo.
Es mi hogar y el hogar de las mías.
Y así fueron pasando los días, días soleados, días lluviosos, días de vientos, días de nubes, días de olas, días de pescado, días de hambre. Y un día Lola no se despertó.

Otras al verla supieron que sus días se habían agotado, y sin pensar varias de ellas se internaron en el interior de la isla en busca de largas hojas que con paciencia pudieron tejer hicieron una hermosa tela verde dónde pusieron a Lola y entre cuatro gaviotas fuertes, cogiendo de las cuatros puntas de la tela, volaron hasta un campo de hierba y flores que le gustaba a Lola.

Allí bajaron y con mucho cuidado una por una pasaron la tela por encima tapándola. Y ahí estaba, envuelta en un sudario hecho por sus compañeras y compañeros, en un sitio de paz y belleza, oculta de todos y de todo.

Cuenta la leyenda que los árboles lloraban por tan hermoso espectaculo de amor y compasión hacia Lola. Por eso se juntaron tanto que apenas dejaban pasar al viento, para que ninguna alimaña la encontrara. Que su descanso sea eterno, ella que había hecho tanto por mantener la isla tan hermosa después de limpiarla.
Y al hacerla suya, la había protegido de los humanos que eran los verdaderos monstruos.
La isla agradeciendo la gran voluntad de su amiga, se envolvió en un tul de niebla para que jamás sus playas fueran pisoteadas por extraños, que solamente fuera viable ir por el aire, así solo las aves serian bienvenidas.

Dicen los marineros que en algunos días del años, por poco tiempo, cuando el viento sopla tan fuerte puede abrir ese tul de niebla y ver esa isla. 
Dicen los marineros que la han visto desde lejos, que es de una belleza cegadora, un paraíso en la tierra, una joya con facetas esmeraldas, rubíes y diamantes.
Dicen que sus ojos jamás han visto nada igual.
Y a ti, no te gustaría tener una isla así en la Tierra?

jueves, 12 de enero de 2023

El lado oscuro


Oscuridad, muerte y sacrificio
son los que gobiernan el mundo entero,
un destino trágico es el que dicta el destino
de aquellos que no tienen control.

No hay luz en medio de la noche,
ni alivio de los dolores de la vida,
solo el mortal abrazo de la muerte
que deja a todos en la oscuridad.

En el sacrificio hay una esperanza,
de una vida mejor después de la muerte,
pero la oscuridad nos rodea
y nos recuerda que todo es temporal.

No hay una salida a este oscuro destino,
solo el sacrificio de uno mismo,
dejar a un lado toda la oscuridad
y dejar que la luz guíe el camino.