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sábado, 28 de junio de 2014

Fondo de serenidad





Alcanzo el deseo de sumergirme en la oscuridad…

Sumergirme en la inmensa profundad del olvido, alcanzando un fondo de serenidad.

Noto que mi cara esta hacía arriba en la nada, y mis manos tocan la aspereza de mi eterno lecho.

He dejado en mi suave caída los lastres etéreos de las tristezas, soledades, odios, amarguras y llantos, burbujas de aire salidas de mi pecho…

Me siento libre de unas ataduras que me ahogaban.

Mis ojos se acostumbran a esta oscuridad bienvenida y atisban un poquito de luz a la que apenas hago caso.

Mi pecho ya es un todo con el líquido elemento, no más esfuerzos, no más pesadez, todo es liviano y fresco.

Noto como mi corazón aún late, como negándose a morir.

Mi mente está alejada de las continuas mareas de la realidad, zambullida en los sueños de la infancia y juventud, cuando la inocencia corría por mis venas almáticas. 

Mi espíritu recupera esa vibración original y poderosa liberada de tanta opresión materialista y emocional.

Estoy en el universo que quiero estar, en el seno de mi Dios.

Y vuelvo a sentir ese fuego que me devoraba entre las paredes de mis oraciones y contemplaciones.

Ese silencio lleno de palabras y comunicación entre yo y el Cosmos. 

Liberada de las iniquidades de otros seres, llenos de egoísmos, ambiciones, envidias e idolatrías.

Personas que solo saben llenar su existencia de ruidos, cosas materiales y adicciones.

Gente que solo busca gente para suplir necesidades emocionales ante una vida que no saben nada de ella.

Deseo este lugar, apartado e infinito.

Deseo recuperar ese interiorismo que me hace sentir vida. Esa paz que solo se haya entre silenciosos muros.

No más hombres que solo ven su propia necesidad, no más hombres que solo desean utilizar.

No comprenden mis palabras, ni saben que es lo que dice mi mirada. 

Lo comprendí muy tarde, tuve que perder mi religiosidad, mi ser de mujer para perderme totalmente.

Ya ni soy, ser espiritual ni mujer, todo me lo han matado, disfrazándolo de que el mundo real es lo único que es lo que vale.

Me siento aquí, flotando en mi Nada.

Estoy aquí, haciendo mis sueños una realidad.

Mi Vacío. Mi amante, mí querido compañero…

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