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martes, 4 de junio de 2013

LÁGRIMA TUYA, LÁGRIMA MÍA.







Cuanto vacío
hay en esta habitación,
tanta pasión colgada
en la pared.

Cuanta dulzura
diluyéndose en el tiempo,
tantos otoños contigo
y sin ti, sola.

Millones de hojas
cayendo en tu cuerpo,
otoños de llanto
goteando en tu piel.

Iluminada y eterna,
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba,
ibas volando dormida
con una estrella fugaz;
te confundí la otra noche
y te pedí tres deseos 
mientras duraba tu luz.

Déjame llorar;
déjame llorar por ti,
déjame llorar.

Cuantas nostalgias
durmiendo en el desván;
he declarado mi vida
en soledad.

Hago canciones de amor
que nunca olvido,
pues sobre nubes de otoño
las escribo, solo.

Millones de hojas
cayendo en tu cuerpo,
otoños de llanto
goteando en tu piel.

Iluminada y eterna,
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba,
ibas volando dormida
un imposible silencio,
enmudeciendo mi vida
con una lágrima tuya
y una lágrima mía,

Déjame llorar;
déjame llorar por ti,
déjame llorar.


*****

Sí no me hablas


Sí no me hablas,
llenaré mi corazón con tu silencio
y así podré soportarlo.


Me mantendré tranquilo
y esperaré como la noche,
con su vigilia de estrellas
y su cabeza inclinada
en señal de paciencia.


Es seguro que vendrá la mañana,
que se desvanecerá la oscuridad,
y que tu voz se derramará por los cielos
en torrentes de oro.


Rabindranath Tagore.

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