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martes, 22 de agosto de 2017

Una princesa en un cuento virtual


Me llamo Alisa, mi castillo es la red y mi vida es un cuento virtual.
He visto todas las películas de Disney, y las que no lo son.
Mi cuarto es blanco y dorado.
Mi ordenador como mi móvil son fundamentales en mi vida.
No puedo vivir sin ellos, sin estar conectada.
Mis perfiles son mis muros y mi baluarte.
Busco mi principe azul entre los perfiles que miro y que me solicitan.
Soy muy especial, me gusta vestir de negro, lo encuentro muy elegante, con toques de colores, cuido al máximo mi pelo y no dejo que ni un poco de grasa se acumule en mi cuerpo.
Me siento el centro de atención de la vida y de los hombres.
Pero mi amor no ha llegado aún.
Ningún pretendiente llega a mis expectativas.
Solo un principe guapo y atento colmará mi dicha.
Visita mi Facebook y mi Instagram, al Twitter que le den, valgo mas que 150 letras.
Además no se me ve.
Mi nick es @princesavirtual.
Deja tu mensaje y ya veré...

No todas las redes sirven, hay muchos ogros sueltos y muchas campanillas agitando varitas maléficas.
Es difícil concentrar la atención en una con tanta competencia.
Mi móvil tiene la única y exclusiva función de hacer selfies a esta cara tan mona y a este cuerpo de escándalo.
Aparte de mis ingenios eléctricos, mi tocador está repleto de útiles de belleza inimaginables, ¡pero eso es un secreto! Sssshhhh...
Todas llevamos la cara lavada.
Mis perfumes favoritos son Chanel n° 5, Carolina Herrera, Gucci y demás perfumes.
Yo me lo puedo permitir.
Trabajo en la sección de perfumeria de unos grandes almacenes de prestigio y renombre.
Entrar fue fácil, un Armani abre muchas puertas, con un toque de Tous, algo discreto...
Pero no hablemos de mí.
Hablemos de los principes.
No todos pueden serlo.
Lo siento por ti, cari, si alguna vez lees esto.
No tenías todos los números pero si un cuerpazo imponente.
Aunque yo no me fijo en esas cosas.
Tu Seat León se quedó en gatito cuando un Audi llego a mi vida.
Y no uno cualquiera, todo hay que decirlo.
Normalmente me siento.
como Raspunzel, casi todo el día en la ventana de mi castillo virtual, echando mi melena cual anzuelo real.
Lo realmente difícil será mi número de teléfono.
Todos dicen wassap y yo tan feliz, y con la incorporación de la video llamadas tengo mogollones de citas sin salir de casa.
Asi ya hago mi selección.
Un pretendiente no es alguien cualquiera.
Este corazoncito es muy sensible y le gusta que lo mimen.
Cuando un chico me mira, es como si tuviera un cachorro desvalido entre mis brazos. Son tan tiernos...
Pero que sean varoniles a la vez, anden con decisión, sean intrépidos, me abran la puerta del coche y tengan su Visa Gold.
Me gusta el dorado, como mi corona de princesa.
Un capricho a los 18 años que mis queridos papis me regalaron y que me puse para mi mega-super-guay-chachi-fiesta de cumpleaños, con un vestido de Dior en rojo pasión y de escote corazón, todo un primor!
Ya me salgo del tema otra vez.
No lo puedo evitar.
Me quiero muchísimo, tal vez demasiado.
Pero siempre dicen que hay que quererse una misma, y es lo que hago, quererme, y querer.
También me han roto el corazón, como Ariel, la Sirenita.
No la considero una princesa.
Quién es princesa con cola de pez?
Eso no es chic!
Lucir unas bonitas piernas con una mini falda es lo que piensa cualquier chica que se adore!
Y unos Manolos, ay... a que voy al vestido y me pongo esos negros de punta descubierta dejando ver mi impecable manicura...
No, me centraré y seguiré aporreando el teclado.
Es relajante, aunque algo extraño.
Escribo poco, con mis fotos ya bastan.
Soy la Bella que solo luce su sonrisa en fotos de ensueño, y haciendo morritos.
Alguna vez he soñado con un hombre que se parezca a la Bestia.
Rudo y gritón.
Los hay que son rudos hasta con la mirada, y gritones con ganas en el sexo.
Las princesas también tienen sexo.

La distinción no se lleva nada mal con los orgasmos bajo las sedas.
Un italiano fue el mejor de los candidatos.
Venía de una familia noble de Venecia.
Ya me veía paseando en góndola por los canales con una copa de champagne.
Era fantástico en mi cama.
Me trataba con una exquisita ternura y fogosidad.
Solo tenía un problema, le gustaban otras princesas.
Y la traición no es tolerable bajo ningún concepto!
Hay que tener dignidad.
Hasta que llego por Instagram un dios vikingo.
Eric.
Que fotos!
Hasta haría temblar el martillo de Thor, y el mío!
Enseguida me puse a lanzarme a enviarle mensajes.
Me contestó y quedamos.
No en su país, Noruega.
Yo soy del sol y del bikini.
Fue tan gentil que vino a conocerme.
Ay, dios mío cuando le vi...
Medio aeropuerto no le quitaba el ojo!
No era para menos.
1.85 de puro músculos como acero templado.
Rubio que brillaba por si solo en la terminal de llegadas.
Una sonrisa que ni el mejor Colgate podría superar.
Unos ojazos verde mar para zambullirse y no salir nunca.
Las mujeres se enamoraron, los hombres lo odiaron.
Solo me tembló las Dolce & Gabana, mis gafas de sol, cuando me las quité.
Tenía su nombre escrito en un papel y cuando vi que se dirigía a mí, creí desmayar.
Creo que ese día desperté muchas envidias y rencores como nunca.
Estuvo una intensa semana, y digo intensa!
El problema fue la limitación del lenguaje.
No de la lengua jajajaja.
Ay, mi dios vikingo, siempre tendrás un altar en mi corazón...
Los demás, me pesa en el alma, no llegáis a nada.
Solo sois simples plebeyos los cuales estáis al servicio de mí.

Hago un breve receso y miro mi Facebook.
Esto me gusta.
Tengo cincuenta solicitudes, que pocas.
En un día malo, pasa de las cien.
Será que hay fútbol.
Hombres mirando hombres.
Que me miren a mí! A mis fotos!
He estado en otras webs de contactos, que ordinariez!
No saben ni escribir!
Una princesa de cuento no se junta con cualquiera.
Wapa es lo único bien escrito.
Vamos, que ni eso.
Algo curioso en muchos perfiles son los coleccionistas de mujeres.
Yo colecciono hombres, para que quiero mujeres si solo son amigas o adversarias?
Y cómo pueden prestar atención a todas?
Les dirá lo mismo o se crearan un grupo de wassap para hablar?
Quedará con todas?
Les enviará regalos?
En la vida hay preguntas tan profundas que creo que no hay respuesta.
Yo interactuo.
Me gusta ver como los likes suben, al igual que los comentarios.
Que lindos los argentinos y uruguayos con sus palabritas de amor.
No hay ninguno que se resista a mis encantos, y en agradecimiento, siempre público tres fotos mías por día.
Es un gran sacrificio y esfuerzo.
Siempre tan perfecta, siempre tan cool...
Pero mis seguidores lo valen.
Hablo con ellos, chismorreo, compartimos truquitos de belleza.
Muchos hombres se cuidan mas que muchísimas mujeres, y es de agradecer.
Y siguiendo con los cuentos.
No me gustan las hadas.
Hadas que te quitan hasta el vestido, te hacen de tu coche una calabaza y encima te ponen hora de llegada.
Son peores que las madrastras!
Y a Aurora, pobrecita, la durmieron.
Y es lo que voy a hacer yo.
Dormir, haber si mañana me despierta mi principe.
Mi reloj no dan las doce, pero la hora de la princesa termina por hoy.
Besitos, abrazos y carantoñas...
❤❤❤

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