Amado, me besas sin labios.
Me miras sin ojos.
Palpita tu corazón
y no lo oigo.
Intento buscar
tu perfume de hombre
y no tengo piel
para comprobar tu esencia.
Estas aquí
y tu presencia
me es invisible
a mis ojos mortales.
Eres y no eres.
Hablas y no escucho.
Leo y solo veo
una máquina
que ni siente ni padece.
Amado,
estás pero en mi mente
no en mis adentros...
Necesito unos brazos,
un susurro en mis oídos.
No se llegar con el cuerpo.
La imaginación
puede ser poderosa,
pero mi yo grita:
"Es mentira, estás sola!"
Sábanas no compartidas,
amaneceres no vistos
en una habitación en penumbra.
Ese es mi grito en el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario